Estamos ready

El sábado tuvimos boda y sin duda, la vuelta al cole fue muy buena. Clara y Álvaro después de 7 años iban a cumplir su deseo de casarse en 2019 rodeados de gente que les quería.

Todo empezó en casa de Álvaro, todo el mundo estaba listo para el gran evento cuando llegamos. Aquel hogar tranquilo, vestía una luz especial, rodeado de fotos familiares, una enorme colección de coches y una familia bastante tranquila.

Mientras el novio remataba los últimos retoques, nos contaba algún secreto de su padre, fue entonces cuando descubrimos una antigua cámara de video, de las de verdad, de esas que se llevaban al hombro y rompían muñecas, y es que teníamos al lado a un hombre conocedor de nuestro mundo, eso siempre hace mucha ilusión.

La madrina, y madre de Álvaro, estuvo atenta de los pequeños detalles de su hijo, su hermana transmitía dulzura, su tía ternura y su padre tranquilidad. Así, fue fácil. Pronto llegó la hora de ir al lugar donde estaba la novia, la novia y unas cuantas amigas…

Llegamos a una bonita y sencilla habitación blanca donde se encontraba Clara con las últimas pinceladas de maquillaje, afuera, sus mejores amigas y damas de honor inconfundibles pues todas iban vestidas de rojo y llevaban, de manera indestructible, una gran sonrisa por el evento que acontecía.

Realizamos unas fotos a los pequeños detalles, el precioso vestido y un ramo muy especial, pero los minutos pasaban y era hora de vestirse…Con ayuda de su madre para encajar el vestido, de sus amigas para los pendientes, los zapatos y la mantilla, y con más de una mirada que no podía resistir verla, la novia estaba ready.

Al empezar la ceremonia, un sol y unas sombras nos acompañaban por aquel pasillo que finalizaba en un novio nervioso y sonriente, el padre y padrino estaba alegre y orgulloso de su hija, y más de un invitado tenía preparada la cámara del móvil apunto de disparar. La ceremonia fue amena, pero hubo un momento que despuntó, la lectura del hermano de Clara hizo llorar a más de uno y la entrada de los anillos a mano del sobrino de los novios que no podía estar más guapo! Por supuesto, el arroz no podía faltar!

Antes de que comenzara el cóctel nos escapamos a una preciosa cueva donde los novios pudieron estar tranquilos unos minutos y mientras nosotros aprovechamos la ocasión ¡faltaría más!…

Durante el cóctel era momento de hacer fotos a los amigos del trabajo, de la playa, de toda la vida…a las familias, las madres especiales con tatuajes recientes, a todo el mundo que allí se encontraba para disfrutar de ese día tan especial. Fue entonces, cuando la hermana del novio cogió el micro y aunque, no tenía mucha costumbre de hacer lecturas especiales, les dedicó unas palabras que volvieron a sacar sonrisas y lágrimas…y a seguir con el rock and roll.

La cena fue hora de sorpresas; primero los ramos para las tres mamás, seguido de un viaje que regalaron todos los amigos a los novios, después tocaba el ramo de la novia a su mejor amiga Marta al son de un bonita canción, de esas que se cantan a pulmón… los amigos del novio trajeron un regalo envuelto en cemento, el novio voló demasiado, las damas no paraban de bailar… ¡lo que dudamos es si se pudo comer algo entre tanto alboroto!

Llegó la hora del baile, un baile coreografiado a la perfección y donde también hubo detalles para las damas de honor y la coreógrafa. Incluso, hubo fuegos artificiales! Y además…los mejores secretos de los novios los recogimos en el video… que anécdotas más buenas!

Muchas gracias por elegirnos, por confiar en nosotras y por el cariño. Sed muy felices pareja!