Preboda

Paris la ciudad del amor

¡Vaya tarde la del domingo! Lo pasamos fenomenal con una pareja risueña a mas no poder y con alguna que otra sorpresa especial…Elena y Jesús estaban listos para soportar este calor infernal que tiene Toledo en agosto, bueno, últimamente en agosto, en septiembre, en octubre… y hasta en diciembre si me apuras!

Así que … mochilas preparadas, conjuntos mas que acertados y algun que otro complemento para el coqueto de la pareja. El Mercedes rojo nos siguió hasta uno de nuestros ya conocidos paseos. Entre risa y risa nos contaron que son ya nueve años los que están juntos… ni más ni menos! Así que desde aquí hago mención a que alguien del equipo debería casarse… pues no hay pareja que supere los años que lleva ella… podéis intuir quién es.. aún así en nueve años caben millones de experiencias y de amor.. y una de ellas era Paris, ese viaje secreto de aniversario que parecía esconder la ya mítica broma de «te quieres casar conmigo» y que Elena no creyó en ningún momento… hasta que el novio se puso serio y entonces comenzó todo este año mágico donde los novios hacen millones de preparativos y poco a poco se van acordando de Paris y de que en que momento fueron… pero luego el día merece la pena!!! No os desesperéis que no queda nada!!!

El sol iba cayendo poco a poco y nosotros cambiamos de lugar a otro todavía mas especial… en él lo pasamos mejor todavía pues la vergüenza había desaparecido por completo y había nuevos cambios de look! Con Toledo de fondo los mimos y las caricias llegaron si avisar pero no podíamos entretenernos mucho porque esta preboda hemos dicho que era especial… y es que una veintena de amigos les esperaba en la vega tomando un rico granizado de limón y alguna que otra cerveza… las fotos divertidas y las carcajadas tenían su momento entonces. No podíamos parar de reir. ¡ Vaya demostración bonita de amistad ! Y así lo reafirmaba uno de los tatuajes del novio… «friendship» que tenía junto con otros cuatro amigos…alguno de ellos lo tenia en sitio comprometido pero entre el cariño a Jesús y el calor que hacía…no le importó enseñarnoslo!!! Fue una tarde rodeada de anécdotas, de cariño y de personas que lo hacían todo fácil! Así da gusto!

Nos vemos en la boda y seguimos haciendo gamberradas!!!

El paraiso tiene mas de quien que de donde

Como si de una excursión del colegio se tratase, nos preparamos cual dos niñas pequeñas; primero el uniforme ,después las coletas, y por ultimo las mochilas. Lo esperábamos con ganas pues nos esperaba un viaje por la provincia de Segovia donde llegamos a pesar de perdernos en algún momento. Como es normal en nosotras.Fue una tarde divertidisima protagonizada por Toño y Olga, una pareja genial.

Empezamos el trayecto con anécdotas, risas y esa voz que cortaba nuestras canciones preferidas y que nos guiaba el camino. Era un buen momento para preguntar todos los detalles de la futura boda, para la que no queda casi nada.Entre tanto, los kilometros eran menos para llegar y las curvas eran mas para marearnos. Fue entonces cuando una pequeña abeja se coló y decidió posarse en la estrenada camiseta amarilla pollo de Diana. Su objetivo era amenizarnos la montaña rusa horizontal. Tanto nos reímos que no éramos capaz de articular palabra, y una avispada, nunca mejor dicho, Olga, se encargó de dejarlo inmortalizado en fotografía, como debe ser. Con el zumbido por aquí, y la carcajada por allá, Toño aparcó, ¡ ya habíamos llegado! La abejita salió del coche como una más de la familia y comenzamos nuestro precioso camino.

Los árboles, un lago, y un precioso pantano, que bien podía ser un gran espejo, nos motivaban para no dejar de disparar , hacer ruiditos de felicidad que nos caracterizan cuando conseguimos la foto que buscábamos y saltar de árbol en árbol para disfrutar de la grandiosidad del paisaje. Impactante, dirían algunas. El cielo nos dio tregua, aunque los valientes protagonistas se hubieran enfrentado a cualquier vendaval, pues ya les pusimos a prueba en más de una ocasión.

La «cabeza de burro» nos esperaba como siguiente parada con su maravilloso puente. La enorme extensión de árboles y el riachuelo (que fue objeto de algún bautizo) fue un gran descubrimiento para nosotras y no sólo por los encuadres si no porque se respiraba una calma pocas veces repetible. Nos lo pasamos genial, se nos pasó el tiempo volando, y la vuelta se caracterizó por las historias de película que nos habían ocurrido. Para acabar la noche, una buena cena que agradecemos de corazón y donde no faltaron los consejos culinarios. Queda pendiente la vega, las aceitunas y el rico granizado.

Y es que los paraísos, al igual que los hogares, son de personas y no de lugares.
Gracias por la tarde de ayer pareja, nos sentimos en familia, como si nos conociésemos de toda una vida!

Su boda aquí

Desde que la vi supe que me casaria con ella

De punta en blanco venia esta parejita que rebosaba cariño, lo que no sabían es que les propondríamos recorrer los caminos de arena más complicados de Toledo, se atrevieron con los ojos cerrados, y mereció la pena, sin duda.
No hizo falta decirles nada, porque entre ellos se lo decían todo. De hecho, no hacía falta ni que hablasen. La infinidad de besos, sonrisas, bromas y esos abrazos que se dan con el alma, no con el cuerpo, hablaban por si solos.

Inma y Alfredo, estaban dispuestos a caminar por cualquier sitio, solo les hacía falta la mano del otro. Él, un conquistador de los de verdad, de los que piden primero el messenger y luego el móvil, nada de tonterías. Y ella una dama,nunca mejor dicho, que aguantaba los impulsos de viajar hasta Madrid para verle. Poco a poco el cuento se iba llenando de historia, de recuerdos, y de cariño. Y una frase que marcó la tarde del viernes, «El primer día que la vi, sabía que me casaría con ella», y en menos de un mes, el presagio se hará realidad.

Lo pasamos fenomenal recordando las salidas nocturnas y coincidiendo que donde esté un buen aperitivo con una cerveza, otra y otra… que se quiten las míticas discotecas. Y entre charla y charla, el sol caía, y el Parador esperaba, una parada rápida, una vista preciosa de la Capital Imperial, y otro paseito por más camino de tierra para tener una buena panorámica del lugar que tanto quieren. Pero después de todo esto, no nos despedimos, no. Primero iba a ser un refresquito y a casa, pero Alfredo nos sorprendió con un ¿que queréis de cenar? Así que nos fuimos felices a casa, con la barriguita llena, y deseando ver las fotografías. Nuestro deseo era mayor que el cansancio, y mira que la hora ya no era la de la cenicienta, pero aun así nos pusimos a ver el trabajo y nos encanta!

Gracias por la tarde, por la cena y por las sonrisas. ¡¡¡¡El 16 mas!!!!!

Sevilla tuvo un color especial

El pasado fin de semana fue realmente movidito: preboda en Toledo, boda en Madrid, reuniones, organización, llamadas… ¡Agotador! pero del que nos llevamos puesta en la cara una tremenda sonrisa.
El viernes después de poner las cosas a punto y con calor toledano incluido, nos encontramos con unos preparados Cristina y Saúl. Esperaban instrucciones pero, como siempre, nosotras preferimos seguir nuestra filosofía y pasar el rato con normalidad. Entre foto y foto contábamos confidencias y anécdotas mientras ellos compartían risas, bromas y besos de esos que a nosotras nos encanta plasmar.

Fueron «novios intrépidos» dispuestos a travesar la maleza, a saltar rocas o paredes. A esquivar serpientes, a mojarse y a mirar a la cámara sin miedo.

¡Gracias por esa tarde, chicos!

Una tarde en «Family»

Esta semana hemos tenido una preboda muy divertida. Fue una buena tarde, sin duda. Las nubes que parecían recién salidas de un cómic nos esperaban. El precioso y, por desgracia, descuidado rio tajo era una bonita pintura al oleo de todo lo que sucedía a su alrededor, siendo la sonrisa protagonista tanto por parte de los novios como por la nuestra.

Noami y Sergio estaban preparados para lo peor, venían nerviosos y un poco tímidos. Acabaron siendo portada de cualquier revista.

Las calles de Toledo, ya adornadas por el Corpus, fueron testigo de su espíritu alegre, abierto a cualquier cosa que les dijésemos, ¡pobres! cayeron en alguna que otra broma que se tomaron con mucho humor. La complicidad que había entre ellos nos facilitó mucho el trabajo, la ilusión que tenían por las fotos fue la guinda del pastel.

Acabamos la tarde con unas buenas tapas, refrescos que desaparecieron al instante y, por supuesto, mas risas.

Esperamos esa boda con ganas. ¡Muchas gracias por la tarde pareja!

«Todo tiene quien todo da»

Esta vez tocaba adentrarnos en un lugar de cuento; los jardines y el palacio de Aranjuez.

Nos esperaban Jorge y Macarena llenos de alegría e ilusión, y sí, como en casi todas las primeras ocasiones… algo nerviosos. ¡Benditos nervios! -pensábamos detrás del visor- pues los ataques de risa y los gestos de cariño que provocaban la vergüenza y el gusanillo del estomago hicieron que las fotos fueran mucho más naturales y divertidas.Lo hicieron todo fácil, tanto que cayó la noche y ni nos enteramos.

Los lugares míticos quedaron atrás y decidimos ir a uno de los bares preferidos de esta pareja. El local estaba lleno de vinilos, juegos antiguos, música buena y una decoración especial hasta en el último rincón de aquel mágico lugar.

La sensación que nos llevábamos fue de felicidad, hicimos miles de fotos, y aun con eso nos quedamos con ganas de más. Que llegue pronto la boda, porque parece que la relación que entablamos con estos novios no se quedará solo en ese día…¡Gracias pareja!